EL CASO DE CAROLA RACKETE ,FIEL REFLEJO DE LA POLÍTICA CRIMINAL DE LA UNIÓN EUROPEA CON LOS REFUGIADOS

 

“ Desde siempre, las mariposas, las golondrinas y los flamencos vuelan huyendo del frio, años tras año, y nadan las ballenas en busca de otros mares y los salmones y las truchas en busca de sus ríos. Viajan millones de kilómetros, por los libres caminos del aire y del agua. Por lo contrario, no son libres, los caminos del éxodo humano. En inmensas caravanas, marchan los fugitivos de la vida imposible. Viajan desde el sur al norte y desde el sol naciente hasta el poniente. Les robaron su lugar en el mundo. Fueron despojados de sus trabajos y de sus tierras. Muchos huyen de guerras, y otros muchos huten de los salarios exterminados y los ingresos arrasados. Los náufragos de la globalización, peregrinan inventando caminos, queriendo casa, llamando a las puertas, esas puertas que se abren mágicamente al paso del dinero, y se cierran contra sus narices. Algunos consiguen pasar. Otros son cadáveres que el mar entrega a las orillas prohibidas, o cuerpos sin nombre que yacen bajo tierra, en ese otro mundo a donde querían llegar…”

( Eduardo Galeano.- “Bocas del Tiempo” )

“ Basta, entramos. No por provocación, sino por necesidad, por responsabilidad. He decidido entrar al puerto. Sé a lo que me arriesgo, pero los 42 náufragos a bordo están al límite. Los llevo a salvo. Espero que las autoridades europeas e italianas entiendan la situación.”

 

Estas palabras de la alemana Carola Rackete, capitana de la nave de salvamento Sea Watch resumen perfectamente el sentimiento de hartazgo con las políticas criminales de la Unión Europea y la decidida intención de una gran parte de la sociedad civil europea de salvaguardar el Derecho Marítimo Internacional, por encima de las leyes de los Estados.

Rackete, es una licenciada alemana en Ciencias del Mar, experta capitana curtida a bordo de una nave rompehielos en el Ártico, y actualmente capitana de la nave humanitaria “Sea Watch”. Carola, tras recoger a los náufragos frente a las costas de Libia, y después de 16 días en el mar, harta de esperar a una solución política que nunca llegaba, decidió desobedecer al gobierno italiano y poner rumbo al puerto de Lampedusa, en Sicilia. Así terminó por desvelar de forma expeditiva, la farsa política del cierre de los puertos italianos que ya llevaba 1 año. Y la “bofetada moral” al fascista Matteo Salvini, se vio acrecentada cuando la jueza italiana encargada del caso, dio la razón a Carola Rackete en un auto demoledor contra el llamado “Decreto Salvini” relativo al cierre de los puertos italianos a la hora de recoger refugiados rescatados en el mar.

No es objeto de estas reflexiones detallar toda la odisea de Carlos Rackete, ni la de otras acciones de salvamento, ya ampliamente divulgadas, pero sí abordar el tema desde varios ángulos.

– El caso de Carola Rackete: los hechos y los medios de comunicación. –

La capitana del Sea Watch, es hoy el símbolo más reciente de la resistencia a las criminales políticas migratorias de la Unión Europea, y principalmente la ejercida por el fascista Salvini, en Italia. La joven alemana merece todos los respetos y admiración por su valiente actuación, coherente con los derechos humanos.

Sin embargo, creemos necesario señalar el nefasto e hipócrita tratamiento que los medios de comunicación han dado a este y a otros casos similares.

En primer lugar, el caso de Carola Rackete no es una excepción, sino el último en ocurrir. En efecto, desde el 2015, unas 158 personas han sido procesadas en la UE por rescatar a personas en el mar, dentro de la práctica europea de criminalización de las personas voluntarias y las ONG que ayudan a los migrantes.

No obstante, la odisea de Carola Rackete ha despertado más atención que la tragedia de miles de personas ahogadas en el Mediterráneo. Estamos asistiendo a un desplazamiento de la solidaridad que pasa de los refugiados y se dirige a las personas europeas que participan en operaciones de rescate. Seguimos viviendo en un mundo racista, donde la vida de las personas blancas sigue siendo el centro de todo.

En este asunto, nadie se acuerda de la valentía de tantas personas refugiadas que tantas veces realizan la heroicidad de enfrentarse a la muerte para ganar la vida, y que sin embargo, nunca saldrán en los medios, ni nadie los considera héroes o heroínas.

Sin embargo, según el informe “Alarm Phare”, son numerosos los barcos de inmigrantes que han llegado por su cuenta a las costas italianas o maltesas, siendo en muchos casos esas personas las que han organizado formas de resistencia consiguiendo no ser devueltos a Libia. Pero, casi nada de eso ha aparecido en los medios, a los que sólo les interesan “héroes blancos”.

Insistimos en manifestar todo nuestro apoyo a las personas europeas que deciden asumir su responsabilidad política, luchando contra el racismo institucional. Pero, al mismo tiempo, todo nuestro rechazo a esas narrativas que glorifican a los activistas blancos mientras niegan el carácter político de resistencia a las personas migrantes que desobedecen y desafían las fronteras mediante el cruce de éstas o la estancia sin papeles, y que son detenidas, castigadas, deportadas y hasta asesinadas por su desobediencia contra el régimen neocolonial europeo, una desobediencia migrante que los europeos se niegan a reconocer como resistencia política.

Los inmigrantes y refugiados son ante todo, sujetos políticos. La memoria y los discursos de esas personas deben encontrarse en el centro de toda acción, ya que constituyen la única realidad subversiva fuera de los marcos de la hegemonía del necropoder.

– Refugiados: La cara fea de la UE –

Si por algo se viene significando esta Crisis de los Refugiados, conocida también como “La Madre de Todas las Crisis”, es por colocar a Europa delante de su rostro más cruel. La época que estamos padeciendo es una de las más miserables de la reciente historia europea. Ante la llegada de las personas refugiadas, la reacción de los estados europeos y de las instituciones de la Unión Europea (UE), se ha demostrado incapaz de articular medidas inspiradas en sus principios fundacionales de solidaridad y respeto a los derechos humanos. La credibilidad europea se ha deteriorado hasta quedar herida de muerte.

La llamada Crisis de los Refugiados y la actuación de la UE en ella, ha supuesto y supone la ruptura (creemos muchos que para siempre) de todos los principios de solidaridad que Europa ha ido construyendo a lo largo de las décadas pasadas y que se ha demostrado que eran papel mojado, meras e hipócritas declaraciones de intenciones que se han abandonado ante el miedo suscitado por los refugiados. Y la cuestión no tiene arreglo, por dos razones; porque los motivos del éxodo hacia Europa no van a remitir y porque los estados miembros de la UE van a seguir chocando entre sí.  La UE fracasó en sus políticas de inmigración, en ninguna parte se ha conseguido una verdadera sociedad intercultural. Este problema estructural ha quedado bien de manifiesto cuando la crisis de los refugiados ha dejado al descubierto la falta de una política común en materia de inmigración y refugio.     

La Europa colonizadora y neocolonizadoras, la que robó y explotó, la que continúa haciéndolo, la que a través de sus guerras que alimenta, extiende la muerte y la miseria en otros países, esa Europa es justo que ahora pague las consecuencias de sus acciones. Ahora la llegada de los refugiados ha hecho reventar por las costuras todo el entramado europeo, al tiempo que ha fomentado el racismo y el auge de partidos totalitarios y xenófobos.

En primer lugar la UE, es incapaz de actuar como colectividad, cada país lo hace por su cuenta llevando al actual desastre total. Por ejemplo, el intento de la UE de imponer la “Responsabilidad Compartida de los Refugiados” a cada país, ha resultado papel mojado; no sólo no tiene ninguna cobertura legal, sino que queda probado que los estados no quieren sujetarse a ninguna ley. No sólo eso, sino que ante la masiva llegada de personas, cada país ha ido cerrando fronteras, y Grecia, víctima de la UE, y, en menor medida, Italia, han sido obligadas a convertirse en verdugos y carceleros.

En segundo lugar, las actuaciones de la UE en el tema de las personas refugiadas, no sólo se debe a un caos de incompetencia, sino a una política criminal. En Europa ya no hay ni lugar para la vergüenza. Pasados los primeros momentos, para la UE los refugiados son una mercancía molesta que hay que confinar y a ser posible expulsar. En este contexto se explican las atroces palabras de Jan Jambon, el Ministro del Interior de Bélgica, (que según fuentes se atribuyen también a Teo Francken, el Secretario de Asilo y Migración de Bélgica)  cuando en conversación con sus homólogos griegos expresa: “ Devuélvanlos al mar. Vayan en contra de la ley, me temo que no me importa si los hunden, empujad a esa gente al mar aunque se ahoguen, quiero que los hagáis retroceder, los quiero devueltos…”

Como dice, Aminata Traoré, la ex-ministra de Cultura de Mali: Nunca pensé que llegaría a ver tumbas y tumbas y más tumbas de nuestros primos y hermanos en las playas del Mediterráneo o en el desierto del Sáhara, olvidados. Cuando impiden a los barcos que salgan a salvar gente están diciendo que los dejen morir. Es cínico, inimaginable e inaceptable.”

Como un ejemplo de esta política inhumana, tenemos los más de 300.000 menores de edad no acompañados que deambulan, sospechándose que miles de ellos y ellas cayeron en manos de las mafias de tráfico de personas. Además muchos menores no acompañados son detenidos por la policía en los campos para su posterior traslado a no se sabe donde. En muchas ocasiones, se confisca sus bienes, dinero, etc a los refugiados, según los países, a fin de sufragar los gastos que tienen con ellos. Igualmente casi el 100% de las mujeres refugiadas han recibido algún tipo de abuso. Y las condiciones miserables en los campos se agravan cada año, no llegando a una total catástrofe humanitaria debido, en gran medida, a las acciones de solidaridad con los refugiados que se dan en cada país.

 

La externalización de fronteras y represión de la migración y el refugio a nivel internacional.-

La “Fortaleza Europa” no se limita a blindar sus fronteras y a violar los derechos de las personas inmigrantes y refugiadas en territorio europeo… va mucho más allá. Trata de atacar en las zonas de origen de los desplazamientos para frenarlos en lo posible, es decir llevar las fronteras de Europa hasta el sur del Mediterráneo, y más allá. Es lo que se llama “externalización de fronteras”.

El objetivo es impedir que vengan refugiados e inmigrantes, y para eso se patrullan las fronteras europeas, se vigila el Mediterráneo y hasta se opera en aguas y costas de países no europeos. Por último, se chantajea a países del Sur, para que actúen como “países gendarmes”, como policías que hacen el trabajo más sucio para la UE.

En el frente externo, Europa hace tiempo adoptó el eufemismo de la “externalización de fronteras”, es decir utilizar a otros países para frenar la migración. Para eso, y especialmente en los últimos tiempos, la UE “subcontrata” la violencia en África.

En este contexto, la UE ejerce todo su poder e influencia para chantajear a otros países a fin de que actúen como gendarmes reprimiendo la inmigración y los desplazamientos de refugiados. Por ejemplo, en Noviembre de 2015 se realizó la Cumbre de La Valeta (Malta) entre la UE y los países africanos; se llegó al llamado Acuerdo Compact que condiciona la Ayuda al Desarrollo, la Cooperación al Desarrollo y la Ayuda Humanitaria. a los países africanos a la aceptación de encargarse de reprimir los movimientos migratorios. Se destinan 2.800.000 euros para los gastos de vigilancia y represión, siendo que la liberación de las ayudas al desarrollo estará sujeta al cumplimiento de las exigencias de la UE. Es una inmoralidad mayúscula y un flagrante delito de estafa con fondos que nunca estuvieron destinados para esta vergüenza.

Desde la Cumbre de La Valeta ( e incluso antes), la UE presiona y actúa en el continente africano obligando a actuar a varios países como represores, conformando así la última ampliación de las fronteras de la Fortaleza Europa. Así, se establecen convenios con países como Turquía, Libia, Marruecos, Mauritania, Níger, Mali, Senegal, Sudán, Eritrea, Etiopía, Kenia, etc. A la UE no le importa que en Libia se dispare a los náufragos, o que existan ya más de 50 campos de concentración con denuncias diarias de torturas, ni que Italia amplíe sus bases militares entre Libia y Chad, o que Francia refuerce su presencia militar en Mali… parece ser que todo vale en esta guerra que ha declarado la UE.

Para esta lucha, la UE se alía con países casi dictatoriales como Turquia donde mira hacia otro lado con el tema de las violaciones turcas de los derechos humanos, o, como en el Acuerdo de Jartum, donde la UE hace caso omiso y paraliza el proceso de investigación del genocidio en Darfur, en Sudán del Sur.

 

Volviendo a Aminata Traoré: “… Europa miente a los africanos sobre un desarrollo posible sin cambiar el capitalismo neocolonial. La UE sabe muy bien que su sistema capitalista predador está en el origen de los flujos migratorios, pero dicen querer solucionarlo con las mismas empresas multinacionales causantes principales del empobrecimiento o a través de la caridad inútil de muchas ONG…. Sometiendo a los países africanos al chantaje de una ayuda envenenada, la UE, además, subcontrata en la zona la violencia institucional a través de bancos, políticos y militares. Invierte miles de millones en aviones y tecnología sofisticada para controlar y matar a seres humanos. A nosotros nadie nos ha preguntado si queremos esta externalización de fronteras…”

 

En el caso de Libia, la última externalización fronteriza, la UE realiza acuerdos y financia a un estado fallido que no sólo no garantiza la seguridad de las personas migrantes, sino que está en guerra, y en ese conflicto los refugiados son víctimas fáciles. La UE centra sus esfuerzos de vigilancia en impedir que los migrantes salgan de las aguas libias. A través de la operación militar “Eunavfor Med Sophia”, aviones europeos sobrevuelan el Mediterráneo con la misión de comunicar a las naves guardacostas libias la ubicación de los barcos de salvamento para hacer que los migrantes sean devueltos a Libia. Para ello se financia y forma a los guardacostas libios, destinando también grandes fondos para financiar campañas de criminalización de las ONG de salvamento.

La UE está financiando a criminales en Libia, donde son muchas las denuncias de torturas a migrantes y ventas como esclavos. La Unión Europea no sólo sabe todo eso, sino que no le importa, por eso, por ejemplo, financia y apoya a la Guardia Costera libia para que impidan la salida de migrantes. Con su apoyo a Libia, la UE ampara la tortura, la esclavitud y el tráfico de seres humanos, financia a criminales sabiendo que lo son.

– La crisis de los refugiados en términos legales. –

La ineficacia de las legislaciones europeas sobre Migraciones y Refugiados.

 Se constata, desde hace tiempo, una colisión de regímenes jurídicos diferentes, cuando no contrapuestos en lo referente a Migraciones, Asilo y Refugio. Como ejemplo, tenemos el caso de España con una Ley de Extranjería que se opone en muchos aspectos al Derecho Internacional de Asilo y Refugio. Lo mismo ocurre en los demás estados europeos, donde en la realidad, prima la legislación nacional sobre la europea e internacional, especialmente en asuntos considerados como de “seguridad nacional”. En este contexto, ningún país europeo está cumpliendo la Convención Internacional de Refugiados. Lo más grave es que la UE, sin casi disimulo, está violando e incumpliendo deliberadamente tantos sus propias leyes sobre asilo y refugio, como las internacionales del mismo ámbito.

Por otro lado toda la carga legal del Derecho de Asilo en Europa, el Convenio de Refugiados, etc., está obsoleta, con graves deficiencias y amputaciones por parte de la UE. Y aunque existen corrientes a favor de un cambio legal para mejorar el trato a los refugiados, la realidad actual lo desaconseja, ya que vista la actual correlación de fuerzas y la filosofía de la UE, si se produciese el cambio, sería a peor.

Además, la UE multiplica las barreras y trampas legales de todo tipo. Así según el Convenio de Dublín III y IV, se prohíbe la anterior medida  de solicitar asilo en las embajadas europeas en los países de origen de los refugiados. Ahora sólo se puede presentar la solicitud de asilo en el primer país europeo a donde llegue la persona refugiada. A partir de ese momento, según el artículo 3 de Dublín IV el país donde se presenta la solicitud es el responsable. En este contexto, la UE trata de imponer el Protocolo de Responsabilidad Compartida con los Refugiados, que marca un cupo de refugiados a cada país que lo negocia. El acuerdo, en principio obliga a que todos los países europeos tienen que participar en el reparto de refugiados. Sólo cuando se sobrepasa el 50% de la capacidad de acogida de los estados, la UE interviene con los programas de reubicación. Pero la realidad es que casi todos los estados incumplen sus obligaciones, no existe voluntad política para ello, y en ocasiones no se teme al enfrentamiento con la UE. Por otro lado el convenio no tiene fuerza coercitiva legal en caso de incumplimiento, y de intentarlo su efectividad es muy dudosa. Incluso dentro de Dublín IV, en su Artículo 37, permite no aceptar compromiso con el sistema europeo de asilo, si se paga una especie de multa.

 

Entre otras barreras, en el Artículo 44 del Reglamento de Cualificación de Dublín IV, cada vez que un refugiado cambia de país de acogida, voluntariamente o forzado, todos sus trámites vuelven al punto cero, no valen para nada los años y trámites anteriores. Tampoco se permite un nuevo proceso acelerado. Además el solicitante que está en otro país diferente del primero al que llegó y solicitó el asilo, se le niega cualquier ayuda, condenándole a la miseria. Se trata de una violación total de derechos y una grave situación de indefensión.

En esta línea de violación de derechos, la UE se dedica a detectar a las personas que puede expulsar, no a las que puede ayudar. Por ejemplo, antes que empiece la tramitación del asilo se comprueban todos los aspectos de la persona, a través de  Sistema HOTSPOT que implica al FRONTEX ( misiones militares de represión de la migración y el refugio en las fronteras exteriores de la UE), a la EUROPOL ( con sus sistema de control de personas Echantillon) y al EUROJUST ( Sistema Jurídico de la UE). A la menor sospecha se deniega el asilo.

Como resultado además de ralentizar hasta el infinito los reasentamientos y reubicaciones, la idea es aprobar sólo un mínimo de solicitudes de asilo. Así se expulsa constantemente a centenares de refugiados, a Turquía y otros países.

 

La Unión Europea confrontada con la legislación internacional

 

Partiendo de este contexto legal, el incidente con Carola Rackete ha tenido el mérito de centrar el tema en la legitimidad de la desobediencia civil y en el predominio de las leyes internacionales, como la prioridad del Derecho Marítimo Internacional, sobre las leyes nacionales. La rebelión de las ONG de salvamento en el mar marca la última etapa de la crisis de los refugiados.

Ante la imposición de leyes nacionales, los movimientos de apoyo a las personas migrantes, enarbolan el Derecho Marítimo Internacional. La obligación de asistencia a personas en el mar es uno de los principios básicos del Derecho Marítimo y así lo recoge la legislación internacional, como el Artículo 98 de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, la Regla 33 del Capítulo V del Convenio SOLAS y el Artículo 2.1.10 del Convenio SAR. Igualmente es importante la regla que exige que se debe depositar a los migrantes en el puerto marítimo más cercano y seguro.

Las normas del Derecho Marítimo referidas al salvamento en alta mar obligan a los países a obedecerlas, siendo que Italia (además de otros países) firmó el Derecho Marítimo y está obligada a respetarlo y cumplirlo. En este sentido, la obligación de coordinar y facilitar los desembarcos en puerto seguro recae sobre los Estados y en todo caso los responsables de los incumplimientos legales serán éstos y sus poderes ejecutivos. Los barcos de salvamento cumplen con las leyes internacionales que violan los estados de la UE.

Sin embargo, la UE incumple reiteradamente el Derecho Internacional y sus propias leyes. Son constantes las violaciones de los derechos humanos de las personas migrantes en Europa, existiendo una ausencia total de acciones correctivas por parte de las autoridades de la UE. Por ejemplo, conforme al Principio de No Devolución, recogido en la legislación internacional y en la Convención de Ginebra de 1951, se prohíbe a los estados expulsar o devolver a una persona al territorio de cualquier país en el que su vida o su libertad se encuentren amenazadas, o en el que pudiera sufrir tortura o tratos inhumanos y degradantes, como es evidente en el caso de Libia u otros países del norte de África.  En este contexto es especialmente grave el último pronunciamiento del propio Tribunal Europeo de Derechos Humanos declinando cualquier responsabilidad sobre los incumplimientos de Italia en sus obligaciones de asistencia humanitaria. Si éste tribunal no es competente para esto, entonces es que no es competente para nada.

En esta línea, a nivel del estado español, tenemos la prohibición, expresa y reiterada de ejercer acciones de salvamento, de la Dirección General de la Marina Mercante (DGMM), a los buques de salvamento como Open Arms, Aita Mari, etc . La DGMM no sólo prohíbe a esos navíos hacer operaciones de rescate, sino que incluso les prohíbe acciones de observación de violaciones de los derechos humanos en la zona SAR próxima a Libia. Como excusa, la DGMM les exige la obtención de certificados no contemplados en ningún reglamento, por lo que la acción del estado español es totalmente ilegal y merecedora del máximo reproche social.

Por último, la UE se ha tenido que enfrentar recientemente con una demanda por parte de un grupo de abogados contra ella en la Corte Penal Internacional de La Haya bajo la acusación de Crímenes contra la Humanidad. Los juristas sostienen que los Estados miembros de la UE son responsables de las muertes de inmigrantes en el Mediterráneo. Se asegura que se van a presentar pruebas que implican a la UE y a funcionarios y representantes de los Estados miembros en la comisión de crímenes contra la Humanidad. En la demanda se subraya que la responsabilidad criminal europea es parte de una política premeditada para contener los flujos migratorios procedentes de África a través de la ruta central del Mediterráneo desde 2014 hasta hoy. Se concede que la UE y los representantes de los Estados miembros no cometieron personalmente los delitos, pero conocían la naturaleza ilegal y criminal de los actos y omisiones que constituyen crímenes, y los concibieron, organizaron y favorecieron su aplicación. Y lo hicieron, “con conocimiento pleno y en tiempo real de sus consecuencias letales.”

Sólo según datos oficiales entre 2014 a 2017 al menos 15.000 migrantes se ahogaron en el Mediterráneo, y más de 40.000 personas fueron interceptadas y transferidas a la fuerza a centros de detención y tortura en Libia. Y a pesar de las múltiples denuncias y pruebas de los crímenes y torturas en los centros de detención libios, la UE sigue cooperando estrechamente con el consorcio de milicias en Libia. La UE, a través de sus instituciones como el Frontex, diseñó y aplicó su política migratoria por encargo de los países miembros y, por lo tanto, la responsabilidad se extiende a los altos funcionarios y políticos implicados en la toma de decisiones, como se expresa en la demanda:Utilizaron sus capacidades legislativas, administrativas y militares para crear las condiciones para la implementación de las políticas y la comisión de los crímenes.”

 

 

La legitimidad de las formas de la desobediencia civil ante las políticas de la UE en el tema de Migraciones y Refugiados –

 

La capitana Carola Rackete es un ejemplo de la sentencia de Thoureau que dice: “bajo un gobierno que encarcela a cualquiera injustamente, el lugar del hombre justo es la prisión.” Como escribió el autor de “Desobediencia civil”, ante la injusticia no es posible la neutralidad, y ante las leyes injustas sólo cabe la desobediencia civil hacia ellas y los Estados que las implantan. Cuando las leyes de los Estados atentan contra los derechos humanos y el bien común, las personas deben y pueden proponer cambios para su derogación, y cuando estas demandas no son atendidas las personas tienen el deber y el derecho de desobedecer.

Dentro de este contexto, la conducta criminal de la UE con respecto a las migraciones invita a practicar la desobediencia civil desde todos los ámbitos posibles. Una UE basada en muros, políticas racistas, persecución de la solidaridad y promoción de la indiferencia se degrada totalmente y no debería de seguir existiendo. Libia es un estado con bandas que asesinan, torturan y esclavizan a las personas migrantes. Salvini es un fascista que adopta medidas injustas contra la migración y las ONG y persona que rescatan en el Mediterráneo. Pero el problema no es sólo Libia, ni sólo Salvini, toda Europa es responsable, y, por ejemplo, reducir la problemática a la actuación de un fascista xenófobo no hace sino desviar la atención de todos y cada uno de los gobiernos europeos y sus políticas neoliberales homicidas.

Ante la escalada criminal de la UE y sus Estados miembros, ya no es suficiente con denunciar, porque cuando la negativa a rectificar del poder se mantiene, cuando no se puede esperar una respuesta, cuando ya no quedan más herramientas…l  ha llegado la hora de la desobediencia.

Y es hora de ir dando pasos decididos. Toca realizar un esfuerzo de seguimiento de la situación de las personas rescatadoras, y apoyar, no sólo públicamente, sino con medios materiales, sus misiones. Igualmente es tiempo de acciones expeditivas, como inundar los juzgados de autoinculpaciones, dejar de pagar determinados impuestos, abrir las casas a refugiados desobedeciendo las leyes, publicar los datos de políticos, funcionarios e instituciones implicadas en los actos criminales de la UE.

Es la hora de no cejar en el acoso a esta Unión Europea, es la hora de aunar desobediencias en toda Europa.

– A modo de reflexiones finales –

 

*Europa ha venido utilizando hasta la saciedad el discurso de ser la región más libre y democrática del mundo. Arropada en el discurso de Defensora Universal de los Derechos Humanos, se arroga ser una civilización superior a todas las demás. Mientras las cosas fueron más o menos bien, el discurso se sostuvo, pero crisis tras crisis se ha demostrado su absoluta falsedad. Asistimos a un resurgimiento de todo tipo de nazismos y fascismos, al miedo al otro no europeo. Para ese otro, para esos otros, se viola la libertad de circulación y residencia, se aplastan los derechos humanos más básicos, se resucitan verdaderos campos de prisioneros, se chantajea a los estados miembros para que blinden sus fronteras y se buscan alianzas con países extraeuropeos para que cumplan su papel de gendarmes represores.

 

*Para la UE, los Derechos Humanos son sólo para los europeos, y eso con matices. En efecto, en una Europa insolidaria con su propia gente llevamos tiempo asistiendo a un creciente recorte de las libertades, a una deriva autoritaria también con los europeos. Las reformas laborales impulsadas por la UE han hundido económicamente a las clases trabajadoras y a los pensionistas. Además se implantan leyes que restringen los derechos humanos de la ciudadanía para evitar o entorpecer la protesta social.

 

*Sin embargo las reacciones contra la UE en el tema de los Refugiados crecen en Europa cada vez más. Mientras Europa asiste impasible a la muerte de miles de personas en el Mediterráneo, cada día son más las personas y colectivos que se movilizan para llevar a cabo aquello que deberían hacer las instituciones: salvamento, acogida, refugio y defensa de los derechos humanos.

 

 

Alberto Martínez López ( Foro Ametzagaña)

Juantxo Dominguez (Ongi Etorri Errefuxiatuak-Donostia)

 

 

 

 

Fuentes:

ACNUR / Informes CEAR / OCAA- Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios / OIM – Organización Internacional para las Migraciones / Revista MUGAK / Rebelión / Kaos en la Red/

 

 

 

 

 

 

 



Categorías:EQUIPO DE REDACCIÓN

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