Viena, noviembre de 1823. En plena noche, un viejo clama una confesión asombrosa: ¡Perdona, Mozart, perdona a tu asesino! Este fantasma, es Antonio Salieri, antaño músico famoso y compositor oficial de la Corte. Desde la infancia, se había consagrado por completo al servicio de Dios, comprometiéndose a través de su música, con un trabajo incesante. Como premio de sus sacrificios innumerables, reclamaba la gloria eterna.
Su talento, reconocido por el emperador Joseph II, le valió durante algunos años a Salieri las distinciones más altas. Pero, en 1781, un joven llega a Viena, le precede una buenísima reputación. Wolfgang Amadeus Mozart se convirtió en el más grande de los compositores. La mayor amenaza para Salieri
Categorías:AMETZAGAÑA PELICULAS
Deja una respuesta