1-¿Funcionan realmente los crecepelos?
No. Ningún crecepelo funciona.
2-Y ¿por qué sabemos con seguridad que no funciona ninguno?
Porque si funcionase alguno, Julio Iglesias no estaría calvo. Por no hablar de los dermatólogos.
3-¿Funciona el dióxido de cloro y otras gilipolleces contra el coronavirus?
No. Ninguna gilipollez funciona.
4-Y ¿por qué sabemos con seguridad que no funciona ninguna?
Porque si funcionase alguna no habría muerto de coronavirus el Gobernador de Caracas, ni Bolsonaro habría enfermado en Brasil, ni el Presidente de Estados Unidos llevaría mascarilla, ni Irene Montero habría necesitado aislamiento, ni en Irán habría enfermado por coronavirus el Gobierno al completo, ni el primer ministro de la Gran Bretaña hubiese estado al borde de la muerte.
5-Entonces… ¿no hay ninguna planta que cure el coronavirus?
Sí. La Planta de Infecciosos de tu hospital de referencia. Y no siempre.
6-¿Enferman todas las personas que cogen el coronavirus?
No. Un porcentaje nada desdeñable son portadores ASINTOMÁTICOS. Eso quiere decir que tienen el virus conviviendo amigablemente con él en la garganta, pero sin causarle síntoma alguno.
7-Entonces… ¿los portadores asintomáticos del coronavirus son personas sanas?
Sí. Son sanas en el sentido de que no están enfermas (no tienen fiebre, no les duele la garganta, no tosen, no han perdido el olfato, no se encuentran cansadas, no tienen diarrea…). Pero lanzan coronavirus al aire cuando respiran, y esos coronavirus pueden contagiar a los demás.
8-¿Está usted seguro, doctor? ¿Personas sanas contagiando? ¿Personas sin síntomas esparciendo microbios a los demás? ¿Cómo es eso posible, si la Asociación de Médicos por la Verdad (AMPV) dice lo contrario, que los asintomáticos no contagian?
La AMPV, también conocida como Asociación Medievalista de Paranoicos Videntes, dice esas cosas porque faltaron a clase el día que explicaron las pandemias en la Facultad de Medicina. Hay múltiples ejemplos de personas asintomáticas pero difusoras de gérmenes. El más conocido es el caso del meningococo, que ocasiona la meningitis meningocócica. El meningococo (A, B, C…) convive alegremente en la garganta de muchas personas sin síntomas, pero estas personas sanas lo esparcen al respirar y se contagian otros, que enferman gravemente.
9-Usted exagera, doctor. La meningitis será una excepción, ¿verdad?
En absoluto. Hay multitud de ejemplos de transmisión de gérmenes desde personas sanas-asintomáticas hacia otros desgraciados. La mononucleosis infecciosa o “enfermedad del beso” se contagia desde portadores asintomáticos a partir de la saliva. Hay personas que expulsan bacterias de la tuberculosis al respirar sin tener síntoma alguno. La varicela se contagia desde personas todavía sanas a través de la respiración, antes de que les salgan vesículas en la piel. Multitud de personas son VIH positivas sin tener síntomas de SIDA, pero infectan a otros mediante relaciones sexuales sin preservativos Y me voy a callar porque me llevan los demonios.
10-¿Las mascarillas protegen de los contagios por coronavirus?
Por supuesto. Nadie puede saber si ÉL está sano pero es portador asintomático del coronavirus y lo puede contagiar a otros (esa sería la “duda altruista”). Y nadie puede saber si está hablando con OTRO sano pero que esparce coronavirus (esa sería la “duda egoísta”). Ambas dudas son legítimas. Y por ambas hay que llevar mascarilla.
11-Pero doctor, dicen que usted defendió en los primeros días de la pandemia que el uso de las mascarillas era procedente para el personal sanitario pero improcedente para la población general. ¿Es eso cierto?
En efecto. Eso escribí. Y me equivoqué. Y las razones de mi equivocación fueron las mismas que equivocaron al mundo científico: se sabía muchísimo menos que hoy de los mecanismos de contagio del coronavirus, pues era (y es) una enfermedad nueva. Con la evidencia actual he cambiado de opinión. Por cierto: cambiar de opinión cuando te demuestran que estás equivocado forma parte del método científico. Por eso mismo jamás verás a un negacionista mudar de opinión ante nuevas evidencias. Esa es la diferencia entre la cordura y la paranoia, como se explicó en el primer artículo de esta serie.
12-¿Siempre hay que llevar la mascarilla puesta?
Como norma general, sí. Pero resulta lógico pensar que es absurdo llevarla si te desplazas solo en tu coche, o si te acompañan en tu vehículo las mismas personas con las que convives habitualmente, o si estás de solitaria excursión al aire libre en una sierra perdida. Esas cosas son de sentido común, independientemente de que las autoridades sean más o menos estrictas a la hora de multar. Lo que es un pecado mortal es acudir a eventos multitudinarios, a edificios cerrados, a discotecas, a botellones, a manifestaciones, a reuniones con extraños o a reuniones con amigos sin portar TODOS las mascarillas. Así de fácil. Y cuando digo “portar” no me refiero en el codo ni en la barbilla. So listo.
13-Pero doctor… ¿no me envenenaré con mi anhídrido carbónico al respirar mucho rato en la mascarilla?
No. No te envenenarás. Hasta ahora, que yo sepa, nunca se dio el caso de un cirujano o de un anestesista envenenado por la mascarilla. Lo que envenena es el dióxido de cloro vendido por Internet, y la multitud de charlatanes que pululan por las redes. Cuídate de ellos más que de las mascarillas.
Hala. En próximo capitulo, la traca final de la PCR. Si te la pierdes… no sabes lo que te pierdes.
Cagoentó.
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