En primer lugar, seguimos recomendando prudencia. Gracias al esfuerzo de toda la ciudadanía, y del sector sanitario fundamentalmente, podemos disfrutar de cierto alivio dentro de la alarma sanitaria. Pero el COVID-19 aún no está controlado.
Y como colectivo de pensionistas tenemos una gran responsabilidad en ponderar cuando podremos convocar nuevas concentraciones de personas mayores, al ser el grupo más vulnerable ante el COVID-19. Y nos atendremos, en todo momento, a las recomendaciones de las autoridades sanitarias.
Empieza una campaña mediática, que posiblemente se recrudecerá en el tiempo, para hacer creer que las personas pensionistas somos un grupo privilegiado con respecto a otros sectores de la sociedad que están padeciendo las consecuencias de la pandemia a nivel económico y social. Por supuesto, en dichos comentarios, nunca mencionarán los privilegios de las élites financieras.
Recordemos lo siguiente: el 35% de las pensiones están por debajo del Umbral de la Pobreza (634,-€ mensuales en 14 pagas en España y 839,-€ en Euskadi) o que en Euskadi el 44% de las pensiones están por debajo del SMI (el 62% en España). En ese sentido, hay que recordar que la mayoría de esas pensiones precarias recaen sobre las mujeres. Que es preciso resaltar que, una vez más, muchos pensionistas serán el sostén de sus familias en los momentos más difíciles de la crisis.
Los y las pensionistas somos conscientes de la nueva realidad económica y social por la que nos va a tocar transitar. La dificultad de muchas empresas, pymes, autónomos, trabajadores en paro o en Erte. Personas que van a necesitar de ayudas para poder salir adelante. Pero debemos recordar, siempre, que hay cientos de miles de pensionistas en situación de vulnerabilidad.
Que la defensa del Sistema Público de Pensiones y nuestros derechos obedece a una necesidad de que se cumplan derechos humanos y sociales básicos de toda la sociedad, y de las personas pensionistas en particular.
Para hacer frente a todas estas necesidades básicas: reactivar las empresas, pymes, autónomos…, salvaguardando los derechos laborales y sociales y que nadie se quede atrás, va a ser necesario acometer muchas medidas en diferentes frentes: UE, Estado Español y Euskadi. Buscando la máxima cooperación, unidad y solidaridad. En el que un factor fundamental debe ser el Reparto de la riqueza de una forma más justa y equitativa, promoviendo una fiscalidad realmente progresiva y combatiendo los dumpings fiscales entre países y territorios.

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