DESMONTANDO A LOS IMBÉCILES (PARTE 6).Aquí te presentamos el caso clínico típico, de un tío típico.

Anteriormente nos hicimos expertos en adenina, guanina, timina y citosina. Y en uracilo, coño. Y en uracilo. Y descubrimos en qué consiste la PCR para detectar cadenas de nucleótidos del coronavirus. Me cachis en la mar. A este paso vais a saber más que Miguel Bosé. Que ya es saber. Pero lo malo de saber tanto es que inmediatamente te ponen a trabajar. Cagoentó. Hala. Hoy vamos a hacer de rastreadores de casos y contactos, que es a lo que nos dedicamos en Atención Primaria, básicamente, desde que comenzó la pandemia.

CASO CLÍNICO:

<<Juanito Pérez Pérez es un cabroncete de 25 años que asistió a una fiesta privada con una docena de amigos en la que fumaron todos de la misma cachimba y compartieron vasos, botellas y otras cosas que no digo porque me cerrarían el Facebook.

Juanito Pérez vive en casa de su madre. Sus convivientes directos son: su madre Engracia, viuda de 50 años; su hermana Antonia, de 22; y su abuela Adela, de 86. Además, se dan las siguientes circunstancias: Juanito Pérez trabaja en un taller con otros siete mecánicos; y su hermana Antonia trabaja en una panadería junto a su jefa.

Pasados tres días de la fiesta, Juanito Pérez recibe la llamada de su médico: cinco asistentes al botellón tienen fiebre, dolor de garganta y tos. Se han hecho todos una PCR para el coronavirus y tres han dado positivo. Juanito no se nota nada raro. Pero se asusta. En su familia y en su taller nadie tiene síntomas tampoco. Por ahora, claro>>.

Muy bien, lector. Esto que aquí te he contado es el pan nuestro de cada día de los Centros de Salud. Unos Centros de Salud que NO ESTÁN CERRADOS al público. Unos Centros donde trabajamos MÁS QUE NUNCA. Unos Centros donde hacemos todo lo posible por rastrear e identificar los casos y los contactos del coronavirus. Unos Centros sin recursos suficientes. Unos Centros donde los miles de Juanitos Pérez que pululan por España están consiguiendo que no podamos dedicar el tiempo suficiente a los diabéticos, a los hipertensos, a los cardiópatas y a los obesos. Unos Centros dedicados, casi en su totalidad, a gestionar burocracia y a seguir la pista a estos descerebrados. Unos Centros donde se están produciendo ya agresiones al personal porque “lo primero es lo mío”. Unos Centros que algunos hijos de puta han intentado quemar con los médicos adentro, como en las provincias de Málaga y Valladolid. Unos Centros donde se convocan manifestantes por las redes sociales para “linchar a los médicos”, como en el caso de Málaga. Unos Centros donde bregamos a diario contra el coronavirus mientras tenemos que oír que el coronavirus no existe. Unos Centros donde el personal está a punto de tirar la toalla, abandonar la profesión y darle por culo al mundo. Unos Centros que hace poco recibían aplausos hipócritas fruto del miedo, no del agradecimiento. Unos Centros de Salud que… ¡huy, huy, huy! Creo que se me ha ido la olla. Discúlpeme el lector. No sé en qué estaría pensando yo. Perdón. Perdón. Perdón. Estábamos con el cabroncete de Juanito Pérez Pérez, cuyo comportamiento incívico va a poner en grave riesgo a muchas personas y va a hacer que varios enfermeros y médicos de su Centro de Salud le dediquen a él y a su familia un tiempo del que no disponen. ¡Huy, huy, huy! Perdón. Perdón otra vez. Ya se me iba la olla de nuevo. Cagoentó.

Hala. Venga. Vayamos al rastreo del caso de Juanito. Que Juanito se lo merece. Pa eso paga.

1-A Juanito Pérez le hacemos una PCR que da positiva, pero él sigue sin tener síntomas. ¿Puede ser un falso positivo? Pues sí. Pudiera ser. Son infrecuentes, pero existen. Pero con una PCR positiva siempre nos pondremos en la hipótesis peor y más frecuente: tiene virus y contagia. Así funciona la ciencia: siempre con incertidumbres. Sólo los Seres Luz tienen certezas absolutas. Los médicos, no. Por eso la ciencia mejora con el paso de los años, y el oscurantismo no. De todas formas, lo que sucede con Juanito es que nos da exactamente igual la PCR. Juanito es un contacto estrecho con tres casos confirmados (los tres amiguetes de la cachimba), y tiene que guardar cuarentena. Si no aparecen síntomas en dos semanas, y si la Sanidad estuviese colapsada, podría ser «aceptable» enviarlo de nuevo a su trabajo sin realizar otra PCR; pero lo ideal es una segunda PCR para comprobar la negativización antes de levantar la cuarentena. Igual que con Irene Montero. Recuerden el caso.

2-La PCR positiva de Juanito implica que debamos realizar la PCR, también, a todos sus contactos estrechos familiares y a los compañeros del taller. Eso hacemos. Todos dan negativos, salvo la abuela de Juanito, que además ha empezado a toser. De la abuela (PCR positiva y 86 años) hablaremos luego. La negatividad de los demás puede explicarse por las siguientes causas:2a-Son falsos negativos: en realidad tienen el virus pero la prueba no lo detecta. Eso puede suceder si el contagio ha sido muy reciente o si la carga viral es baja.

2b-Sin saberlo, todos han pasado la infección por coronavirus hace muchos meses y están protegidos por sus propias defensas.

2c-Son verdaderamente negativos. No tienen el virus, pero podrían acabar contagiándose de Juanito o de la abuela.

A todos estos casos negativos pero con ESTRECHO contacto con una caso confirmado hay que ponerlos en cuarentena dos semanas, ya que asumimos la hipótesis más desfavorable: la 2a. Conclusión: la familia en cuarentena y el taller en cuarentena. Si aparecen síntomas… reevaluar.

3-La dueña de la panadería donde trabaja la hermana de Juanito aparece muy nerviosa por el Centro de Salud exigiendo una PCR, pues se ha enterado de que una empleada suya (Antonia) tiene un hermano PCR positivo (Juanito). Esa señora no tiene síntoma alguno. ¿Qué hacer con ella? NADA DE NADA. Juanito es el caso; su hermana Antonia es un contacto estrecho; la dueña de la panadería es el contacto de un contacto. No hay que pedirle ninguna prueba todavía, ni hacerle guardar cuarentena. Tranquilizarla y explicarle que se debe vigilar. Pero… ¡ay por Dios!: una semana después la hermana de Juanito comienza con tos y fiebre. Una nueva PCR le da positiva. La jodimos. Hay que llamar a la dueña de la panadería para explicarle que ahora sí, que ahora procede una PCR. Entonces, cabreada con la Sanidad, nos dice que va a poner una denuncia por negligencia y que va a quemar el Centro de Salud con los médicos adentro. ¡Uy, perdón! Que me desvío.

4-En cuanto a la abuela de Juanito, por supuesto que falleció por neumonía. Faltaría más. La cachimba compartida de Juanito era más importante que su abuela. Cagoentó. Pero eso sí: los negacionistas dirán que falleció por su avanzada edad y por su diabetes mal controlada, y que el coronavirus es indemostrable porque no se le hizo una autopsia. Pues no. La mató su nieto.

Y ahora, una reflexión final sobre las autopsias. Si un torero muere ante su público corneado por un Miura, no necesita autopsia: murió de una cornada. Si un loco conduciendo en sentido contrario choca con tu vehículo y te mata, no necesitas autopsia: te mató un kamikaze. Y si una anciana muere de neumonía bilateral con una PCR positiva a coronavirus y con varios familiares contagiados, no necesita una autopsia: murió de coronavirus.

Más aún. Dicen los médicos “para la verdad” que apenas muere nadie por coronavirus, porque una cosa es morir DE coronavirus y otra cosa morir CON coronavirus. Si eso fuese así, si tan pocos muertos hay… ¿para qué tantos gritos y aspavientos por “la falta” de autopsias? Aunque yo, de todas formas, niego la mayor: una anciana con coronavirus no muere porque se le haya descompensado la diabetes: muere porque EL CORONAVIRUS le ha descompensado la diabetes. Y, por lo tanto, el coronavirus ES la causa de su muerte. Y su nieto, claro. El que le llevó el regalo.

¿Autopsias para aprender de los cadáveres? Háganse muchísimas. ¿Autopsias para desentrañar los mecanismos íntimos de las vasculitis desencadenadas por el coronavirus? Todas las que hagan falta. Pero a ver si dejáis ya de confundir con este tema. Señores Inquisidores: los cadáveres infecciosos son de difícil manejo, y no requieren autopsias sistemáticas para diagnosticar la causa de la muerte. Que si estuvierais en la Edad Media, seguro que seríais los primeros en condenar a la horca a quien tuviese la curiosidad (y la valentía) de estudiar un cadáver por dentro. Y os habéis puesto muy tiquismiquis.

 

Juan Manuel Jiménez Muñoz.
Médico y escritor malagueño.


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