Es una organización sanitaria que nace hace 80 años siguiendo el modelo francés de centros monográficos de diagnóstico y tratamiento de tumores sólidos, llegando incluso a tener su propia unidad de investigación básica. Este centro, en su anterior ubicación, dependió de la Asociación contra el Cáncer en sus inicios y atendió a pacientes provenientes del País Vasco, La Rioja, Castilla, León etc… A medida que estos territorios se van dotando de recursos oncológicos el centro pierde influencia y pacientes.
Cambio de Titularidad
En 1967 fue la Caja de Ahorros Provincial de Gipuzkoa quien se hizo cargo de su financiación y mantenimiento. El Instituto Oncológico tenía el mismo CIF y sus trabajadores eran empleados de la Caja primero y Kutxa después.
La crisis de 1984
En 1984 sufre otra crisis porque deja de ser el único y hegemónico centro de atención oncológica en Gipuzkoa, pues el hoy Hospital Donostia crea la unidad de oncología médica y potencia el funcionamiento del equipo de cobalto del que ya disponía pero que estaba infrautilizado. Se genera un conflicto en Gipuzkoa pues la población desea que siga funcionando este centro. Uno de los valores percibidos por la población es el buen trato que en él se daba a los pacientes oncológicos.
El Parlamento Vasco se posicionó en 1984 a favor del mantenimiento de este centro, con carácter complementario, como un Centro Concertado. Sin embargo, ni la Kutxa siguió invirtiendo, ni el Insalud primero y Osakidetza después garantizaban la remisión de enfermos. Así, en 1991, coincidiendo con que la franja de mayor riesgo (nacidos en la posguerra) en la pirámide de edad se estrecha de manera considerable, la situación de crisis es grave, la Kutxa no sabe qué hacer con el Centro, al nuevo director le plantea incluso la alternativa de gestión del cierre pues la ocupación del centro es baja y la afluencia de pacientes escasa. El valor de amortización era insignificante y de 1500 millones de presupuesto de gasto anual 500 millones eran déficit.
En estas fechas se implantó el primer Acelerador Lineal de Euskadi y comenzaron a afluir pacientes no solo del territorio vasco también de Burgos, territorio que decidió remitir toda la radioterapia al Instituto Oncológico. También en esta época se produce un hermanamiento con el centro de cáncer, la Fondation Bergonié, de Burdeos. Se modifica la organización funcional del Centro creándose siete unidades funcionales multidisciplinares (mama, próstata, digestivo etc..). El aumento de actividad, la minoración del déficit y la nueva organización funcional, generan la confianza de Kutxa, y vuelven las inversiones. Igualmente se logra que Osakidetza respete la libre elección de centro a todos los pacientes oncológicos gipuzkoanos, eliminando así las trabas de Inspección Médica.
Al inicio de este periodo se hace un Plan Estratégico en el que la Kutxa establece los límites de actuación del Instituto Oncológico, definiéndolo como un centro que atiende tumores, orientado a hacer aquello que por lo que fuera no pueda hacer la sanidad pública en el diagnóstico y tratamiento del cáncer, y que en ningún caso está para hacer la competencia a los otros centros privados de Gipuzkoa, pues estos son también clientes de la entidad financiera.
Las Unidades Funcionales permiten una orientación estratégica para el tratamiento de los distintos tumores. Así, la Unidad de Mama fortalece su posición con la participación en el Programa de Detección del Cáncer de Mama del Gobierno Vasco, realizando toda la detecciónvaloración de cribado y la zonificación para los tratamiento quirúrgico y quimio-radio. La Unidad de tumores de Próstata se convierte en el segundo centro del estado en el tratamiento de braquiterapia prostática con implantes de semillas. La Unidad de tumores cerebrales se convierte en referencia de Euskadi para el tratamiento de estos tumores con radiocirugía etc…
En resumen, como una crisis también puede ser una oportunidad si se sabe reaccionar, el centro así lo hizo, generó confianza a Kutxa, logró que esta entidad invirtiera, también logro acuerdos institucionales para sectorizar los flujos de pacientes y que se respetase la libre elección de centro a los pacientes con cáncer. Igualmente, a través de su participación en el Consejo Asesor del Cáncer de Euskadi se logró que se racionalizasen las inversiones y se respetasen las de elevado costo, no duplicando equipos.
INFORME ONKOLOGIKOA
Categorías:LIBRE EXPRESIÓN
Deja una respuesta