La revolución islámica en Irán supuso un cambio radical de las relaciones de este país con Estados Unidos, que había dado su apoyo al sha derrocado. Iran se convirtió en uno de los principales enemigos de la nación norteamericana y fruto de ello es esta película que se basa en el libro homónimo de Betty Mahmoody, una ciudadana estadounidense casada con un iraní que vio cómo un viaje al país de su esposo se convertía en una pesadilla. Lo que tenía que ser una escapada de quince días derivó en su imposibilidad de salir del país retenida por su marido y la familia de éste.

‘No sin mi hija’ se desarrolla como un drama de evasión, donde la protagonista busca las mil y una formas para escapar del encierro al que la somete su esposo y regresar a Estados Unidos. Las tribulaciones de esta madre amantísima apuntalan el mensaje anti-iraní del film. Más que a los persas, la película dispara contra la cultura de todo un país. Mientras vive en Estados Unidos, el protagonista se comporta como una persona «normal». Es su regreso a Irán el que lo transforma, presionado por su familia y su entorno, en un hombre posesivo y maltratador. Su mutación está narrada con la misma simpleza y esquematismo con que se retrata una sociedad tan compleja como la iraní.