Distintas organizaciones y asociaciones nos preocupamos por la protección medioambiental de nuestro entorno, y más en un momento de emergencia climática. Es por eso que valoramos como muy preocupante el proyecto anunciado recientemente por el Ayuntamiento de Donostia-San Sebastián y la empresa Wavegarden para la construcción de una instalación de olas artificiales en Donostia-San Sebastián. La ola artificial se construiría en el monte Antondegi, uno de los últimos bastiones naturales de Donostia-San Sebastián, y a tan sólo 4 kilómetros de la costa, donde puede practicarse el surf de manera natural y verdaderamente sostenible.
Diferentes organizaciones y asociaciones hemos decidido agruparnos y constituir el colectivo ANTONDEGI BERDEA-OLATUAK ITSASOAN ante lo que consideramos un proyecto que supone la artificialización de un espacio verde y con un impacto medioambiental significativo, y en gran medida contrario a los valores de la comunidad surfista. El objetivo del colectivo será la defensa de Antondegi como espacio natural, y la paralización del proyecto de ola artificial o de cualquier proyecto que amenace a este entorno. Se trata de una iniciativa similar a la llevada a cabo recientemente en San Juan de Luz, donde finalmente se paralizó un proyecto de construcción de una instalación de olas artificiales.
El colectivo ANTONDEGI BERDEA-OLATUAK ITSASOAN está formado por la asociación para proteger los océanos fundada por surfistas, Surfrider Foundation Europe, el grupo ecologista Eguzki, el movimiento contra el cambio climático Fridays for Future, las asociaciones conservacionistas Haritzalde y Parkea Bizirik, la asociación ornitológica Itsas Enara, y la plataforma Bizilagunekin. Además, el colectivo cuenta con el apoyo de Greenpeace, Surf & Nature Alliance, y SEO-Birdlife, y prevé sumar más adhesiones.
Desde ANTONDEGI BERDEA-OLATUAK ITSASOAN rechazamos el proyecto de ola artificial porque supondría lo siguiente:
1. La artificialización de 9 hectáreas de suelo natural y agrícola en el corazón de una de las escasas zonas verdes que quedan en Donostia-San Sebastián y que además forma parte de su cinturón verde.
2. La degradación significativa del hábitat de numerosas especies de aves y mamíferos, y en general, un ataque a la biodiversidad de Antondegi y del corredor ecológico del que forma parte.
3. La artificialización del surf y el fomento del elitismo, distorsionando los valores de la cultura del surf.
4. La urbanización de una gran extensión de suelo público y natural para un uso privado, acordada con una empresa privada, sin ninguna consulta ni participación ciudadana.
5. Un consumo considerable de recursos, que sumado a la degradación del entorno natural y a la cercanía de la costa, resulta incompatible con el estado actual de emergencia climática.
6. La construcción de una infraestructura de dudosa necesidad, teniendo en cuenta que Antondegi está a 4 kms de la costa y que la empresa Wavegarden ya dispone de una infraestructura de olas artificiales en Aizarnazabal, a 25 kms de Antondegi.
Durante las próximas semanas aportaremos información más detallada sobre los puntos expuestos anteriormente. Asimismo, anunciaremos y pondremos en marcha distintas iniciativas y actividades, todas ellas encaminadas a la defensa de Antondegi como espacio natural y a la paralización del proyecto de construcción de la infraestructura de olas artificiales.
La mayoría del Pleno del Ayuntamiento de Donostia se posicionó este jueves a favor de la construcción de una ola artificial en la loma de Antondegi, junto a Martutene, Donosti.
De este modo, PNV, PSE y PP han rechazado la enmienda presentada por EH Bildu para descartar esta posibilidad por motivos «medioambientales», que fue apoyada por Elkarrekin Donostia, y que proponía además, «idear y ejecutar proyectos alternativos para el desarrollo del sector del surf urbano en clave de preservación y sostenibilidad del medio ambiente, con el fin de mejorar la capacidad de resiliencia de la ciudad, ya que los proyectos de artificialización de tierras y la utilización de recursos hídricos como las piscinas de las olas contribuirán a aumentar la vulnerabilidad de los territorios ante el cambio climático«.
Esta acción se engloba dentro de una operación urbanística que desclasificará una zona de 97 hectáreas en la zona de Antondegi, muy cerca del Urumea, que prevé dejar la mayor parte del terreno como no urbanizable, salvo 6 hectáreas que se destinarán a la instalación de un complejo para la práctica del surf.
El proyecto ha recibido críticas porque conllevan una «artificialización» del suelo, consumen mucha energía y agua, además de destruir un enclave en el viven que «muchas aves en régimen de especial protección«.
Aunque, de seguir adelante el proyecto, este se adjudicaría mediante concurso público, todo el mundo da por hecho que será Wavegarden el que se instale en Donostia..
Categorías:DONOSTIA Y SUS BARRIOS
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