El 11 de noviembre de 2018, la Comisión Sociosanitaria de Comités de Ética de Euskadi (CSSCEE),emitió un informe de posicionamiento ético sobre la eutanasia y el suicidio médicamente asistido (SMA), a petición expresa del Departamento de Salud del Gobierno Vasco, con relación a la tramitación en el Congreso de los Diputados de una proposición de Ley Orgánica sobre esta materia.
La presentación de una nueva proposición de Ley Orgánica de regulación de la eutanasia por, el Grupo Parlamentario Socialista, el pasado 31 de enero de 2020, así como el informe del pasado 6 de octubre del Comité de Bioética de España, contrario a la despenalización y regulación de la eutanasia, ha reavivado el debate sobre este aspecto concreto del final de la vida, y sobre el papel que las y los ciudadanos, las y los profesionales y las administraciones sanitarias deben jugar.
La CSSCEE ha considerado que forma parte de su quehacer reflexionar sobre este tema, deliberar acerca de las implicaciones éticas de la posible despenalización y regulación de la “muerte médicamente asistida” -que es la perspectiva en la que puede considerarse competente-, y elaborar este informe, esta vez “de oficio”, así como darlo a conocer. La cuestión principal desde la perspectiva ética es la siguiente:
¿La eutanasia y el suicidio médicamente asistido pueden ser, en determinadas situaciones y condiciones concretas, una profundización de los derechos de las personas en el alivio de su sufrimiento y en el logro de una buena muerte?
Para procurar una buena muerte se han dado muchos pasos tanto en el conocimiento científico y su aplicación, como en el soporte sociosanitario y en un marco legal apropiado. Sin embargo, ¿existen situaciones en que las prácticas existentes no son suficientes para evitar un sufrimiento intolerable para una persona? Y si existen, ¿debemos de facilitarle morir a través de la eutanasia o el suicidio médicamente asistido?; ¿con que condiciones?; ¿en qué circunstancias?
Todos los miembros de la CSSCEE somos profesionales del sector salud y del de servicios sociales y representamos a distintos comités de ética, tanto del ámbito social como del sanitario. Es desde esta posición desde la que decidimos deliberar para elaborar este informe. Después de las personas afectadas directamente como solicitantes, somos las y los profesionales sanitarios y sociosanitarios, los más directamente interpelados por la posible regulación, tanto por nuestro compromiso con las personas que desean morir, como por nuestra conciencia. Es el compromiso profesional con las personas y con la sociedad, el punto de partida que compartimos quienes componemos la CSSCEE, que como todo comité de ética es multiprofesional y acoge en su seno personas con diversos códigos morales; por ello, los contenidos y recomendaciones recogidas en este informe, han sido producto de utilizar la deliberación moral como procedimiento para llegar a acuerdos.
INFORME ETICO Y VALORATIVO-EUTANASIA
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